Autoritarismo, arrogancia y discurso inverosímil; cuando los cuerpos y los gestos de Alberto y Adolfo R. Saá hablan
La publicitada pelea que los gobernantes históricos de San Luis pusieron en la escena política deja a esta altura mucha tela para cortar. En el inicio de un año electoral crucial, se lucen por primera vez en 36 años tomando distancia uno del otro.
Esas desigualdades no solo habrían provocado un quiebre familiar, sino que también causaron una división dentro del partido; tanto que ahora se expone un enfrentamiento entre bandos.
Lo que pasa en el mundo de los hombres más poderosos de San Luis está alcanzando un alto nivel de exhibición, pero en definitiva son los hermanos Rodríguez Saá que se suceden en el ejercicio del Gobierno y del partido oficialista (PJ), alternando roles.
El especialista en comunicación no verbal y director de HCC Integral, Marcelo Sola realizó un análisis para El Chorrillero y contó qué dicen los gestos de Alberto y Adolfo Rodríguez Saá cuando se comunican. Así es que estudió cada movimiento que los dos políticos hicieron en los últimos videos donde se expusieron.
Sola tiene entre su desempeño el asesoramiento integral de empresas y fuerzas de seguridad. Además ha realizado para diferentes medios de comunicación el análisis de la ex presidenta Cristina Fernández, de Guillermo Moreno, Florencio Randazzo, Daniel Scioli y hasta el presidente Mauricio Macri. También a Donald Trump.
“Adolfo lee todo lo que dice y no se cree lo que está diciendo, es todo inverosímil, propio de él cuando lee”, fue su primera observación.
Hoy los hermanos parecen no estar tan unidos; uno le recrimina que no está haciendo lo que les “enseñaron desde chicos” y que por eso debe “reflexionar; y el otro le propone ir a las urnas en las internas y le aclara: “El que gana es el candidato, y el que pierde acompaña”.
Adolfo, desde que descubrió las redes sociales publica videos de manera constante, los cuales en muchas ocasiones no generaron el impacto que se buscaba, sino todo lo contrario porque “le salió el tiro por la culata”. De todos modos esa vía es la que empleó para enviarle mensajes a su hermano.
“Si vos tenés que decirle a tu hermano de los valores y que esto no lo aprendieron de sus padres y lo tenés que leer en un papel, entonces no es sincero. Es como si para decir te quiero lo tenés que leer. Es leído, y encima de la primera vez”, aseguró Sola en un contacto exclusivo con elchorrillero.com.
Ese video es uno de los últimos que grabó Adolfo Rodríguez Saá para hablarle directamente a su hermano y que comienza diciendo “esto nunca pasó”. Recalca que sus padres le enseñaron a “tener valores, a ser un buen hermano, a proteger a la familia y ayudar al prójimo”; y añade que la situación le provoca dolor: “Ver a un hermano agrediéndome por miedo a perder una elección, no es lo correcto. El diálogo y el respeto es lo más importante”.
Casi al final opina que está “mal asesorado y mal rodeado”. Le recuerda que juntos lograron “muchos éxito” y le pide que “recapacite”. Así se está desarrollando la novela de los hermanos.
“Yo soy honesto, mis padres me enseñaron a ser honesto”, dijo también en una entrevista.
Este melodrama familiar para ver quien encabezará la pelea por el poder más allá de 2019, se da en uno de los momentos electorales más importantes; y es porque la oposición sigue aceitando el frente con el que pretenden destronarlos.
En medio de este contexto, Sola agrupó el material y fue detectando todo lo que quiere decir el cuerpo cuando el actual mandatario y el senador Nacional hablan.
Las definiciones que transmitió fueron contundentes cuando se refirió al gobernador: “A Alberto se lo ve más seguro y más prolijo en el relato, con el poder de comunicar. Cuando está en la Gobernación demuestra que se siente en su casa, y llama la atención de la vestimenta, por ejemplo una camisa y una campera de jeans (así lució el día que en una conferencia de prensa anunció la fecha de elecciones) habla con altanería, como fuera el dueño de la verdad absoluta”.
“Adolfo tiene que leer todo, si no lo tiene escrito no sabe ni decir te quiero. Tuvo que leer San Luis. Dice que sí con las palabras y no con la cabeza, eso es incongruente”, dijo en contrapunto.
Del senador también señaló: “Tiene aires de grandeza, levantando la mirada por arriba de la gente, como que tiene la razón. Si tenés la mano a la altura del pecho y no te la ves y mirás para adelante, da la sensación de soberbia, de altanería, de una persona que sabe que puede con los demás por eso se pone de costado en alguno momentos, y no de frente. Puede tener el control sobre los demás”.
Sola destaca que si Adolfo tiene que leer ‘siempre voy a estar con la gente’, es “un discurso pobre”. Y se refiere a la grabación donde acusa a Alberto de “avasallar otra vez el pueblo de San Luis).
“Dice los quiero y se tapa la boca, ‘los quiero mucho desde lo más profundo de mi corazón’. Taparse la boca es no querer decir algo. Está todo tan armado como el día de las flores a su mujer”, agregó en relación a las mismas imágenes.
“Habla con el dedo levantado a la altura de los hombros, y eso crea control de decidir o hacer lo que yo quiero. Se comunica desde el control. Y se nota que a los dos les gusta eso”, aseguró.
Consideró que a Alberto a diferencia de Adolfo,” se lo nota un controlador posesivo, el liderazgo le sale más natural”; y aunque “a los dos gusta tener el control, Alberto lo lleva mejor. Tiene cierto grado de altanería y arrogancia”.
“Se nota que siempre tiene algo para hablar, o que posee la verdad absoluta. El famoso hombre que cree tener la razón de saber todo lo que todo lo que dice. Es como la imagen de Guillermo Moreno que hablaba, más o menos así”.
Para entender un poco más la persona de Alberto Rodriguez Saá detalló otros aspectos que están ligados al poder que expresa cuando habla: “Se pone las manos en la cintura como si fueran dos pistolas, y dijera acá estoy yo, tengo el poder, se pone en esa posición geográfica”.
Sola explicó que sus gestos son abiertos y marcados; y que señala con libertad.
El experto en gestos dio su mirada tiempo atrás sobre Adolfo, ante las consultas que le hizo este medio. “Noto que todo está armado, como si fuese todo el tiempo un personaje”, dijo respecto a uno de los videos que el senador posteó después de la derrota en las PASO.
Según Sola, en la grabación donde el senador “acepta la decisión del pueblo”, actúa de manera “mecanizada” y cuidándose al comunicar para “mostrarse seguro” y en una “apariencia de tranquilidad”.
“No lo veo sincero ni genuino. Los movimientos que utiliza son mecánicos, como en slow motion. Noto que todo tiene su tinte de armado, como si todo el tiempo fuese un personaje. Quiere marcar comercializaciones, mostrar que es una marca registrada. Tiene una sonrisa comercial, salvo cuando hace que trabaja frente a su computadora donde la postura es otra. Todas sus fotos son artísticas, políticas”. Así describió a Adolfo cuando estaba en plena campaña y en su firme decisión de querer gobernar la provincia por sexta vez en su vida.
Así, aunque el tiempo pasó, las redes sociales siguen siendo para Adolfo el medio más elegido para expresarse. En todos los videos se le nota cuando lee, y eso tampoco lo ha podido cambiar por el momento.